Lavidayeasí : Asustada. capitulo 8º

Su hija Maria la llamó desde el trabajo, le había dicho que todo estaba bién, había hecho su primera revisión y estaba muy ilusionada, tánto que apenas se acordó de preguntarle a su madre si se encontraba bién o si necesitaba algo, pero a ella no le importó, estaba tan contenta por su hija.... y también pensó que seria un aliciente para ella, la espera de un bebé siempre aportaba ilusión y ella pensaba tenerla por ella misma y por su marido, ya estaba de tres meses, en noviembre si  nada lo impedia veria la carita de la nueva personita que llenaria sus vidas de ilusión.
Despues se había ido a ver a sus padres, ya estaban mayores y le gustaba pasar a menudo a echar un vistazo, su padre le dió 100 € para que se fuera a la peluqueria, no queria verla con canas y con el pelo sin arreglar, ella cogió el dinero, a su padre no podia llevarsele la contraria, pero cuando salió de la casa, se fué a una drogueria y se compró un tinte y unos rulos, ella se apañaria para arreglar el pelo, asi con lo que le sobró se compró lana para tejer ropita para la pequeña criatura, ahora no podia hacer gastos extras, tenia que hilar fino si queria comer todos los dias, ya era verano y eso la favorecia, pues con el calor se ahorraba la calefación, pero el invierno era crudo en el norte y mas largo que cualquier estación del año.
Fué toda una hazaña lo de teñirse en casa, pero no quedó tan mal, aunque no volveria a hacerlo mas ya que tuvo que limpiarlo todo a conciencia, tinte por todos lados.
Llamaron a la puerta y era el cartero, le traia un sobre que contenia la nueva póliza del seguro de decesos para los tres miembros de la familia, tendría que hablar con sus hijos, ella sola no podia asumir ese gasto aunque fuera una vez al año, les pediria que la ayudaran llegado el momento, o que ellos se hiciesen su seguro individual, ya que vivian por su cuenta, tendrian que asumir sus obligaciones; su cabeza no paraba de pensar, según venian las cosas, así trataria de solucionarlas, estaba asustada, no podia negarlo, pero no estaba dispuesta a que su situación terminase con su cordura y que conste que en ocasiones estuvo a punto de perderla.
Por las noches cuándo se metia en la cama cerraba los ojos y hablaba con su marido, entre lágrimas le contaba como había ido su dia y que nueva batalla había librado, lo sentia tan cerca.......ella solia poner en la almohada el perfume de su marido, la hacia sentirse mas segura y acompañada, a veces pensaba que sus planes seguian su curso y que él regresaria a casa como tenian planeado. ¡¡¡ En el fondo estaba asustada !!!